viernes, 16 de diciembre de 2016

PROCESADO DE LA CONSERVA DEL TOMATE.

En esta entrada voy a explicar el proceso de la conservación del tomate y posteriormente pondré como ejemplo su diagrama de flujo.


Básicamente el proceso aplicado amplía el tiempo de conservación del tomate en condiciones normales.

El producto más tradicional dentro de las conservas de hortalizas son los tomates enteros en conserva. Su elaboración se inicia con la recepción de la materia prima y antes de la descarga en planta se toman muestras para controlar la calidad.

La materia prima recibida se descarga sobre canales de agua y es seleccionada manualmente. Aquí se eliminan piezas no aptas que condicionan la calidad del producto final y también se separan los frutos verdes o sobre maduros, que se destinan a la línea de jugo. Es importante que los frutos sean adecuadamente transportados y almacenados para reducir al mínimo el descarte.

Los tomates seleccionados, son lavados para eliminar la suciedad y reducir también la carga microbiana, lo cual aumenta la eficacia de la esterilización.

El lavado se realiza mediante inmersión en agua clorada, por aspersión, o por una combinación de ambos métodos.La etapa siguiente es la clasificación por tamaño.

Luego de la clasificación, es necesario eliminar la piel del fruto. Tanto el escaldado como el pelado favorecen la eliminación de gases respiratorios, la inhibición de reacciones enzimáticas causantes de deterioro. También la limpieza y la retracción del producto para un adecuado llenado. 

Para eliminar los restos de piel que pudieran haber quedado adheridos se pasan los frutos por una “pellizcadora”, equipo con una serie de rodillos que giran a diferentes velocidades produciendo así el “pellizco” que separa la piel.

Seguidamente se realiza el envasado de los tomates. El envase más habitual es el tarro de hojalata. El envasado se completa con la dosificación de líquido de cobertura, también llamado “líquido de gobierno”. En este caso se emplea jugo de tomate que es incorporado a los tarros mediante picos vertedores, se añade algún tipo de ácido, normalmente cítrico.

Una vez llenado el envase la eliminación del aire, en particular del oxígeno, ayuda a prevenir el deterioro del producto y a minimizar las tensiones que sufre el envase durante el calentamiento. Inmediatamente se coloca la tapa y a continuación se procede a la esterilización. Es importante que el tiempo que transcurre entre el remachado y el inicio de la esterilización no sea excesivo, para evitar desarrollo de microorganismos.

La esterilización es la etapa medular de la elaboración de conservas. En este proceso se somete al producto ya envasado con el fin de eliminar los microorganismos presentes y obtener así un producto de una larga vida útil que pueda conservarse sin necesidad de refrigeración.

Luego de la esterilización los tarros son rápidamente enfriados hasta 35º C para evitar así una sobrecocción.

Finalmente los envases son etiquetados y almacenados hasta su expedición. 

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